Diego Martínez de Velasco, Director de Emprendimiento, Talento y Desarrollo Profesional de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, conversa con Luis Herrera sobre los retos que catalizan la innovación.
En el 2021, la consultora de innovación estratégica Thrust Co, en conjunto con un grupo de expertos en innovación y negocios, publicaron un estudio llamado Marcas y Organizaciones Responsivas, La Nueva Era. En el estudio se analizan a las organizaciones que mejor han logrado anticiparse a los fenómenos naturales, tecnológicos, políticos y culturales para resolver las necesidades de la sociedad de manera relevante, rentable y sostenible. Una organización responsiva es aquella que es capaz de habilitar una operación anticipativa, adaptativa y sistémica, desde la base hasta la punta de la pirámide, así como desde el interior hasta el exterior de la misma.
Los retos actuales a los cuales se enfrentan las organizaciones y que detonan la “responsividad” y la innovación son:
- Inclusión y tolerancia para todos
El aumento en la conversación en medios y redes ha detonado una nueva era de conciencia colectiva que está creando una ola de fenómenos culturales que impactan el desarrollo de las generaciones más jóvenes. Por ello, hoy en día algunos temas como la diversidad y la inclusión social, racial, laboral y de género (entre otros) se han vuelto más que una elección, una expectativa creciente de las generaciones jóvenes especialmente de la generación Z, por lo que aquellos que no los aborden de manera auténtica— corren el riesgo de perder relevancia y liderazgo en el futuro.
- Balance entre la vida y el trabajo
Antes del 2020, la conversación alrededor del balance entre la vida y el trabajo empezaba a surgir en algunos círculos considerados “rebeldes o disruptivos”, sin embargo, durante la pandemia el ejercicio de integración de ambos conceptos
en un mismo espacio abrió una serie de reflexiones y cuestionamientos (en todos los niveles y tipos de organizaciones) sobre el rol que juegan o deberían jugar los espacios, la tecnología y los sistemas organizacionales en la construcción y habilitación de una verdadera convivencia y/o balance entre la vida y el trabajo.
- Sostenibilidad en negocios
La urgencia por mitigar el deterioro ambiental ha estado presente por años. Un hecho que ha limitado la adopción de prácticas sustentables, es el costo de transición hacia un modelo sostenible que garantice el futuro de las próximas generaciones y la supervivencia de las empresas. Sin embargo, los consumidores “del mañana” —desde hoy— están jugando un rol de activistas climáticos presionando a las marcas a tomar acciones estratégicas que vayan más allá de sus propios intereses, para detonar un impacto positivo en sus comunidades y el medio ambiente, asegurando un mejor futuro para todos.
- Valor compartido
Cada vez somos más conscientes del impacto que tienen nuestras acciones individuales desde una perspectiva sistémica. El hablar de una recuperación económica integral eleva la expectativa del público y sociedad sobre el papel que deben jugar las macro- empresas en cerrar las brechas de desigualdad comercial a nivel global y local. Solo en México — durante la pandemia— más de 1 millón de MIPyMES cerraron definitivamente, lo que evidencia la necesidad crítica de tomar acciones para construir relaciones de negocio que detonen valor compartido para lograr una completa recuperación.
- Bienestar y calidad de vida
Ante el incremento en la esperanza de vida y el crecimiento de la clase media que busca el bienestar, se ha hecho visible la necesidad de contar con sistemas, instituciones, herramientas y serviciosque brinden seguridad a las personas, permitién- doles cuidar su salud más allá de enfermedades médicas y salud mental para mejorar su calidad de vida. Lo anterior, nos lleva a una nueva era de macro- personalización en la que las marcas empiezan a descubrir la diversidad de perfiles y necesidades de sus consumidores, que exigen mayor adaptabilidad y flexibilidad en su oferta.
- Nuevas prioridades de consumo
Los consumidores hoy en día —más que un producto o un servicio— buscan experiencias significativas
e integrales asociadas a un sistema de valores bajo el cual se identifican. Actualmente demandan información, herramientas y contenidos precisos, alineados a sus prioridades, emociones y rutinas diarias que les permitan elevar su experiencia humana a la par de la evolución del contexto en el que se desarrollan. Estos cambios obligan a las marcas a dar un brinco deliberado hacia un futuro en el que la data, más que información, se convierte en una moneda de valor exponencial.
- Autenticidad Vs. Tribalidad
La masificación en la conectividad ha generado
un efecto en el cual las personas cuestionan valores y patrones arraigados en las poblaciones en las que se ubican. Lo anterior, aunado a la desinformación y los estándares de éxito imposibles de alcanzar, ha provocado una búsqueda masiva por encontrar un sistema de valores propios y figuras auténticas que los representen y en donde pertenezcan, ya sea a través de elementos, grupos, redes o movimientos sociales.
- Breakthroughs tecnológicos
Después de la revolución industrial, los últimos
15 años han traído los avances tecnológicos que más han impactado la forma en la que hacemos negocios en la era moderna. Lo anterior puede ser obvio para algunos, sin embargo, en la actualidad muchas orga- nizaciones siguen afrontando los cambios y evolu- ciones tecnológicas de manera reactiva, modificando sus modelos de negocio y/o operación sin considerar la posibilidad de una nueva disrupción tecnológica que los orille a modificar sus sistemas.
- Democratización y accesibilidad
El desabasto de productos esenciales durante el Covid-19 puso en evidencia la fragilidad del sistema, el volumen de la demanda y la necesidad de seguir innovando para cerrar las brechas existentes.La evolución en los procesos de producción y cadena de suministros ha permitido llevar nuevos productos y servicios hacia nuevas latitudes y poblaciones
a precios accesibles abriendo mercados de enorme potencial. En economías emergentes y países en vías de desarrollo, aún es un proceso en construcción.
Descarga el reporte completo aquí: : https://thrust.com.mx/organizacionesresponsivas
Fuente: Marcas / Organizaciones Responsivas, Thrust Co., 2021
Sobre los autores
Luis Herrera
Es co-fundador de Thrust y Mentor de Endeavor. Anteriormente, fue Presidente de Quórum; Socio-fundador de MBLM; Director de diseño de CoreBrand NY; Alumni de NYU; Consejero de instituciones educativas, corporativas y sin fines de lucro; y conferencista internacional para temas de negocios, marketing, innovación y diseño. Thrust es una consultora de innovación estratégica especializada en el diseño de productos, servicios, culturas y Organizaciones Responsivas, preparadas para anticipar y resolver necesidades de un mundo en constante movimiento.
Diego Martínez de Velasco
Director del Centro de Emprendimiento, Talento y Desarrollo Empresarial de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México; Cofundador y consultor estratégico en QBT Consulting; Cofundador de Inverti2; Consejero de Innovación en Yunus Sports Hub; Académico y consultor especializado en innovación, emprendimiento y negocios. Alcanzó el grado de Diseño Industrial, por la Ibero – CDMX; una maestría en Global Marketing por Emerson College y un Executive MBA por ESADE Business School.
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