Las habilidades blandas son habilidades no técnicas que están relacionadas con la forma en la que interactúas en tu lugar de trabajo. Son aquellos atributos de tu personalidad que impactan de forma positiva en tu relación con tus compañeros de trabajo, tus colegas y/o tus clientes y que pueden conducir al éxito en un nivel interpersonal. Así como las habilidades duras, las habilidades blandas pueden ser muy llamativas para empleadores y empleadoras, en virtud de que éstas demuestran la habilidad de una persona para enfrentar los retos del trabajo. Algunos ejemplos de habilidades blandas son: organización, comunicación, gestión del tiempo, pensamiento crítico.
En caso de que estés en busca de trabajo o de un ascenso, desarrollar algunas de las siguientes habilidades blandas más valoradas te servirá para acercarte a tu objetivo. Sin embargo, incluso si no tienes en mente ninguno de estos propósitos, nunca está de más trabajar en tu desarrollo personal y profesional.
Capacidad de adaptación
Con el auge del trabajo remoto la capacidad de adaptación se volvió una habilidad muy valorada. Tener la capacidad de adaptarte significa que puedes trabajar en diversos ambientes con los retos que ello implique: ya sea que tengas que aprender algo nuevo o simplemente ajustarte a los cambios.
Comunicación
Saber comunicar tus ideas, puntos de vista y tus opiniones de forma correcta, rápida, efectiva y asertiva es algo cada vez mejor valorado. Al dominar esta habilidad demuestras que otras habilidades como el trabajo en equipo y la capacidad de adaptación pueden resultar fáciles para ti.
Gestión del tiempo
Los empleadores y empleadoras deben poder confiar en que sabes gestionar tu tiempo, sobre todo en el escenario del trabajo remoto. Al tener buena gestión del tiempo, demuestras que eres capaz de cumplir con las tareas asignadas en los plazos de tiempo pactados.
Iniciativa
Tener iniciativa siempre es dar un paso adelante. Si deseas impresionar a los empleadores, puedes comenzar por tomar la iniciativa y avanzar en tu carrera mucho más rápido.
Trabajo colaborativo
Todos los trabajos requieren ser realizados en equipo en cierto punto. Por ello resulta fundamental ser capaz de colaborar y compartir ideas con otros por un mismo objetivo.
Proactividad
Al momento de identificar un problema, la mejor respuesta que alguien puede tener es la de actuar para solucionarlo. No esperar a que alguien más lo haga, sino resolverlo tú mismo desde el primer momento.
Liderazgo
No tienes que estar en el puesto más alto para mostrar una actitud de liderazgo que te permita poner control en ciertas situaciones. Cuando tienes liderazgo demuestras que puedes trabajar con otros dentro de un equipo.
Por Andrea Marisol Cabrera Robles / CEAN Ibero
Centro de Empleabilidad IBERO
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